Cuando se liberalizaron los mercados energéticos, muchos compradores pensaron que el cambio más importante se notaría en la contratación de energía. Sin embargo, con la desregulación llegó la mercantilización del negocio de la energía. Su decisión de comprar energía al proveedor A, B o C tiene un impacto mucho menor sobre la cantidad que paga que sus decisiones de gestión de precios o la evolución de los componentes del precio regulado.
A medida que los mercados maduran, los tipos de contrato pasan de los contratos a precio fijo a los contratos con porcentajes fijos de los volúmenes anuales previstos (perfilados). El siguiente paso son los contratos con indexación puntual y fijación de precios a través de la compra y venta de bloques de capacidad. En muchos mercados, dichos contratos implican que se obtiene un excelente servicio a un precio muy reducido. En algunos casos, es posible que usted decida optar por un contrato de contado simple para su suministro físico y ejecutar la gestión de precios y riesgos de la energía usted mismo o a través de los servicios de un tercero.
En cualquier caso, existe una propuesta de contrato de energía que se adapta mejor a sus necesidades. Tenga cuidado, porque no todo lo que reluce es oro. Esa oferta que viene con un coste añadido inferior, además del valor al por mayor, puede que no sea tan buena si la analizamos con más detalle. ¿Está seguro de que no viene con costes ocultos debido a condiciones restrictivas de volumen o pago? Por otra parte, algunos contratos se ajustarán mejor que otros a sus necesidades de fijación de precios de la energía y a las necesidades de la gestión de riesgos. ¿Qué espera de su proveedor de energía?
